Estas sesiones se establecen con la idea de crear un ambiente propicio para meditar, pudiendo asistir personas que ya tengan una práctica meditativa o aquellas que quieran iniciarse. Las sesiones serán guiadas intermitentemente, intercalándose momentos de silencio para aprender a desenvolvernos  y a crecer en él.

 

Es conveniente combinar esta práctica con:

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- una práctica de la atención plena, atendiendo de forma paciente, consciente y cariñosa los “quehaceres” de la rutina diaria.

 

Esto nos ayudará a calmar las oleadas de pensamientos incesantes que inundan la mente, y podremos acceder a un estado más sosegado, desde el que tomar las decisiones adecuadas y entrar en comunicación y coherencia con nuestro verdadero sentir.

 

Funcionamiento de las sesiones:

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1- Las sesiones son de 45 minutos, de los cuales 25 ó 30 minutos se dedicarán exclusivamente a la práctica meditativa sentada (cada persona escogerá la postura más idónea -pudiendo utilizar, por supuesto, una silla-). El resto del tiempo se destinará, con atención plena y en silencio, a lo que se esté haciendo (llegar y sentarse o recoger al finalizar).

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2- Los comentarios que se deseen realizar se harán antes o después de la sesión (fuera de esos 45 minutos).

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